Próxima actuación

Tres autores andaluces a escena

Diseño de PacoAbad
Sábado 25 de abril - 21h
Teatro Moderno


PROGRAMA

88 piedras de Miguel Angel Jiménez (Puente Genil, Córdoba)
Dirigida por Eufrasio Jiménez. Interpretada por Teresa Yribarren y Eufrasio Jiménez

Luchar por la paz de Tomás Afán (Jaén)
Dirigida por Paco Téllez. Interpretada por José Luis Sánchez “Jhonny” y Paco Téllez


Hipoteca dental de Manuel Araujo (Algeciras, Cádiz)
Dirigida por Miguel Angel Bolaños. Interpretada por Andrea Gasca, Manolo Velázquez y Marta Aparicio



Las tres obras representadas abordan temas variopintos, la llegada de inmigrantes a las costas en 88 piedras, los ejércitos que actúan para sembrar la paz en Luchar por la paz y los contratos abusivos de los bancos en Hipoteca dental. Reflexión, humor, esperpento, amargura ... que no dejarán indiferente a ningún espectador.

Son obras premiadas en el XV Certamen de teatro mínimo Rafael Guerrero. En esta ocasión, los tres autores proceden de Andalucía, Miguel Angel Jiménez, de Puente Genil; Tomás Afán, de Jaén y Manuel Araujo, de Algeciras. Sus obras han sido adaptadas por tres directores, Eufrasio Jiménez, Paco Téllez y Miguel Angel Bolaños.




EL MANIFIESTO DE TAETRO

En el Día Mundial del Teatro

Foto de Paco López
Abrigamos a Antonio García Gutiérrez -la política cultural lo tiene siempre helado-, nos terminamos las pastas de la comedia y la tragedia, nos bebimos el chocolate, brindamos por la larga vida dramática y escuchamos los manifiestos del gran día. El de TAETRO, por obra del maestro y teatrero Pepe Raya
va dirigido al gran público. 

Me gustaría decir que el teatro es magia; que las palabras que manan de la imaginación y los sentimientos más profundos de las persona, cobran vida gracias a la habilidad interpretativa de los actores. El amor y el desamor, la tristeza y la alegría, la pasión, la amistad, la decepción,…, todos son sentimientos puros que se extienden a través del público como aceite derramado.

Me gustaría decir que nuestro teatro ha dejado de vivir bajo la dictadura exclusiva de la palabra... Los límites del teatro deben ser todo aquello que puede ocurrir en escena, independientemente del texto escrito, pero, un teatro, íntimamente ligado al texto está limitado. Reconocemos que en la dramaturgia que abarca de los trágicos griegos a Shakespeare y de Calderón a Brecht, nuestro teatro lega al mundo una herencia invaluable. Pero no nos postramos ante ello, ya que el culto desmedido al imperio del texto minimiza la física escénica y paraliza la expresión corporal transformando la palabra y la escritura en mera retórica hueca y carente de vitalidad.